martes, 23 de septiembre de 2025

UCRANIA E "ISRAEL": ALIANZA ENTRE NEONAZISMO Y NACIONALSIONISMO

Pablo Jofré Leal

Almayadeen, 13/11/2023

Fuente: HispanTV

Las acciones destructivas de occidente dirigidas a apoyar en forma irrestricta tanto al régimen ultraderechista ucraniano y al nacionalsionismo israelí están llevando, lo expliciten o no, al crecimiento y a la intensificación de conductas antisemitas, que arrastran también acciones de islamofobia.

La operación militar iniciada por la federación rusa en Ucrania tiene dos propósitos bien precisos y dados a conocer profusamente: desnazificar y desmilitarizar aquel país convertido en punta de lanza y testaferro de Washington y la Organización del Tratado del Atlántico Norte – OTAN – contra Rusia.

Una federación rusa que ha sido cercada desde el fin de la exUnión de Repúblicas Socialistas Soviéticas – URSS – rodeándola con bases militares e incorporando en esa conducta belicista, no sólo exrepúblicas soviéticas al seno de la organización Militar occidental, sino también a países que alguna vez formaron parte del llamado bloque socialista generando un desbalance en el poder de esa zona del mundo.

Una clarísima provocación que ha sido alertada y denunciada por Rusia, exigida en su freno mediante el compromiso de garantías de seguridad incumplidas por occidente. Provocaciones permanentes a través del apoyo occidental a procesos desestabilizadores en Georgia, sino que en la propia Ucrania donde se alentó, apoyó y concretó el Golpe de Estado de febrero del año 2014, que significó nazificar el país.

Las palabras textuales del presidente ruso Vladimir Putin aquella madrugada del jueves 24 de febrero del año 2022 fueron “he tomado la decisión de llevar a cabo una operación militar especial. Su objetivo será defender al pueblo que durante ocho años ha sufrido persecución y genocidio por parte del régimen de Kiev. Para ello, apuntaremos a la desmilitarización y desnazificación de Ucrania".

Palabras de Putin que refrendan la necesidad de recordar y siempre contextualizar pues resulta una conducta contumaz el utilizar el relato, por parte de Washington y los suyos, que presenta el inicio de la historia de los procesos políticos desde el momento que le es útil para su visión de mundo, cuando ellos dan el punto de partida. En Ucrania los hechos para Washington y los suyos partieron en febrero del año 2022, no en febrero del año 2014 e incluso antes con la política de cerco y máxima presión contra la federación rusa tras la disolución de la ex URSS.

En el caso de Palestina, los medios occidentales transmiten en forma pertinaz, que los hechos del 7 de octubre con la operación de la resistencia palestina denominada Diluvio Al Aqsa “obligó” la respuesta supuestamente autodefensiva del régimen sionista israelí, cuando la estricta verdad es que la legítima acción de la resistencia palestina es producto de 75 años de ocupación, colonización y exterminio llevado a cabo por el nacionalsionismo contra Palestina y su pueblo.

Proceso que ha implicado la usurpación y robo de sus territorios, el asesinato de decenas de miles de palestinos entre ellos miles y miles de niños con la idea de hipotecar el futuro del pueblo palestino. La construcción de un muro de segregación en Cisjordania, el bloqueo total de la Franja de Gaza desde el año 2006 a la fecha.

La demolición de viviendas, destrucción de cultivos, el impedir el retorno de los refugiados, la construcción de asentamientos con 650 mil colonos extranjeros afincados en Cisjordania. Tener presente los hechos, tener contexto y análisis permite no dejarse seducir por la manipulación y desinformación, permite tener opinión propia y así desmentir y desmantelar el aparataje comunicacional de aquellos que desean seguir manteniendo la unipolaridad del mundo impidiendo el concretar un mundo multilateral.

La pregunta que surgió tras el inicio de las operaciones militares rusas en defensa del Donbás, fundamentalmente, es si correspondía hablar de desnazificación en un país apoyado por Washington y una Europa que había tenido participación en el combate al nacionalsocialismo y que en el caso de algunos países europeos sufrió en carne propia las políticas de exterminio del Tercer Reich, nunca como la exUnión Soviética que entregó la sangre generosa de 27 millones de sus hijos e hijas para derrotar al nazismo.

La respuesta es más que evidente: un sí rotundo frente a una Ucrania, que como una sociedad de borregos está siendo conducida en el camino de una ideología de crimen y desprecio por todo aquello que no respondería a sus cánones sociales y políticos. No es casualidad que la figura de uno de los referentes del nacionalsionismo, aliado del régimen hitleriano y cómplice en los crímenes llevados a cabo por el Tercer Reich sea Stepan Bandera.

Icono reverenciado por el nazismo del siglo XXI en Ucrania. Mitificado como un héroe por aquellos que forman parte del llamado batallón Azov, Dnipro, entre otros, criticados por mostrar, exhibir y portar símbolos nazis, como el Wolfsangel, utilizado por la 2ª División SS Das Reich, y el Sol Negro. Sumemos grupos como el Partido Svoboda, el C-14 y el Pravyi Sektor – sector derecha – que han creado sus propias fuerzas de camisas pardas y que se han sumado a lo que son las fuerzas regulares del ejército ucraniano.

Una docena de milicias identificadas desde 2014 se nutren de un antisemitismo rastreable a comienzos del siglo XX. Supremacistas, homofóbicos, etnocentristas, antirusos por excelencia” (1) Un Stepan Bandera que a la luz de la historia fue simplemente un oportunista ultraderechista, convertido en un colaboracionista del agresor nazi durante la invasión a la URSS, que facilitó el dominio de Ucrania y que luego cuando vio que había sido engañado en su traición y deseos de ver destruida a la URSS y sobre todo a Rusia y se volvió infructuosamente contra sus amos del Tercer Reich convencido que su plan de independencia no llegaría a buen puerto.

Lo paradójico es que un régimen como el kievista, donde predominan los sectores más ultranacionalistas, vinculados a la ideología nacionalsocialista tanto en discursos como en simbología, esté estrechando lazos con el régimen sionista cuya esencia es aferrarse al judaísmo – aunque ello sea oportunista - al semitismo y una ideología que sustenta mitos fundacionales del orden de auto considerarse pueblo elegido a quien se le habría otorgado un territorio por obra y gracia de una divinidad al parecer agente inmobiliario exclusivo y excluyente.

Un régimen cuya narrativa permanente es el recuerdo de lo que denomina el holocausto a manos precisamente del Tercer Reich cuya ideología nacionalsocialista llevó a la muerte, no sólo a millones de europeos de creencia judía, sino también 27 millones de soviéticos, prisioneros de guerra, políticos opositores al nazismo, discapacitados mentales y gitanos. Hoy, el oportunismo político de un Zelensky – de una familia creyente en el judaísmo - con miembros del gabinete y un sector del ejército, desea ganarse la simpatía y el apoyo de Benjamín Netanyahu, no por un tema religioso, sino para confrontar a Rusia e incluso tratar de confundir a la voluble sociedad internacional, para que se vincule a Moscú con Hamas (2)

Un Volodimir Zelensky que, al inicio de su mandato presidencial señaló que, entre sus prioridades, no estaba su condición de creyente judío “El hecho de que sea judío está en la posición 20 de la lista de mis rasgos” (3) Hoy, el otrora comediante se prodiga en mensajes de apoyo incondicional a "Israel", tras lo acontecimientos del 7 de octubre pasado, cuando la resistencia palestina concretó una operación militar, que en pleno uso del derecho internacional le otorga el aval para el logro de su autodeterminación y el fin de 75 años de crímenes contra el pueblo palestino.

Zelensky, el día 11 de octubre pasado, en una de sus numerosas reuniones de coordinación entre Ucrania y la OTAN sostuvo que las democracias occidentales deben secundar la respuesta militar israelí en Gaza y no abogar por salidas negociadas. “A veces pensamos en cómo resistir o en cómo detener la guerra, cómo conseguir el diálogo con Irán o con Rusia, pero pienso que tenemos que hacer lo contrario”, dijo Zelensky, “no tenemos que dar ni siquiera la posibilidad al agresor de pensar en una tercera guerra mundial, en una nueva ola de agresiones, en una nueva tragedia”

Mismo tenor de las palabras de Netanyahu y su gabinete de extremistas, que han amenazado incluso con exterminar a la población palestina, expulsarla de su territorio en Gaza y que hoy les niegan el agua, la electricidad, el acceso a alimentos y fármacos. La política de solución final en interpretación israelí -un remake de la Conferencia de Wannsee nacionalsocialista hoy en versión telemática entre Washington y "Tel Aviv" - incluso si ello significa lanzar artefactos nucleares como lo sostuvo el ministro israelí de Patrimonio, el ultraderechista extremista Amichai Eliyahu, quien sostuvo y revelo de paso lo que "Israel" ha negado respecto a poseer artefactos nucleares “el lanzamiento de una bomba atómica contra la Franja de Gaza podría ser una de las opciones en la guerra” según señaló Eliyahu y dado a conocer por el diario The Times of Israel el domingo 5 de noviembre pasado (4).

Palestina ha sido tema también en la fuerte disputa entre el ente sionista y Rusia por el tema Ucrania, que tuvo su momento más tenso cuando el ex primer ministro sionista Yair Lapid sostuvo que Moscú estaba cometiendo crímenes de guerra en Ucrania. Para la cancillería rusa los comentarios de Lapid no sólo eran antihistóricos, sino que explican “en gran medida por qué el actual Gobierno israelí apoya al régimen neonazi de Kiev" Esto, a pesar de que la defensa de Zelensky argumenta que la creencia judía del mandatario ucraniano lo excluiría de alianza con el nazismo. La realidad indica que la religión de Zelensky no significa, en modo alguno, que Ucrania no esté dominada por neonazis y que la religión sea aprovechada en forma oportunista por los extremistas, tanto de Ucrania como de Israel para acercar posiciones y objetivos comunes.

Moscú sostiene que, “el antisemitismo en la vida cotidiana y en la política no se detiene y, por el contrario, se alimenta en el país europeo” (5) cuestión que trae aparejado el peligro del crecimiento de esta animadversión expresada en pogromos, ataques y generación de un ambiente de odio y exclusión en el conjunto de Europa, precisamente por la acción entre Kiev y "Tel Aviv". No se queje Europa después del avance y peligro que significa reflotar la bestia del nazismo en sus distintas variantes, como lo vemos en varios países de una Europa comunitaria, que más parece el patio trasero de Washington que una mancomunidad soberana de naciones.

Traigo a colación en este tema del reflotar neonazi en Europa, un interesantísimo escrito del Embajador de Rusia en Chile, Sergei N.Koshkin (6) publicado en diversos medios, donde puntualiza el hecho que “nazismo está siendo glorificado en Ucrania a nivel de Estado efectivamente, una breve arqueología de decisiones tomadas por Kiev tras el golpe de estado del año 2014, que derrocó al expresidente Viktor Yanukovich nos señal esta tendencia nazista y de consolidación del antisemitismo “el año 2015 fueron nombrados «luchadores por la independencia de Ucrania en el siglo XX» los combatientes de las unidades militares pronazi de la Segunda Guerra Mundial – la Organización de Nacionalistas Ucranianos y el Ejército Insurgente Ucraniano, así como sus líderes Stepán Bandera y Román Shujévich. El último sirvió en los destacamentos armados del Tercer Reich, el llamado batallón Nachtigal, 201.º batallón de la Schutzmannschaft (Legión Ucraniana).

El año 2018, la Rada Suprema, parlamento ucraniano, aprobó para sus militares y policías el saludo de los colaboracionistas de la OUN ¡Gloria a Ucrania! y la respuesta ¡Gloria a los héroes!, el cual copia el infame saludo del Tercer Reich. Desde el año 2019 el cumpleaños del colaboracionista con el ocupante nazi de Ucrania, Stepán Bandera se festeja a nivel de Estado: se llevan a cabo demostraciones con antorchas a estilo nazi en Kiev y otras ciudades de Ucrania.

El 14 de octubre de 2022, Zelenski otorgó el título de Héroe de Ucrania a Miroslav Simchich. Tras la Segunda Guerra Mundial, fue condenado por la masacre de la aldea Pistyn, región de Ivano-Frankovsk, poblada por polacos. El 6 de diciembre de 2022, el Tribunal Supremo de Ucrania declaró que los símbolos de la división de las SS “Galicia” ya no se consideran nazi en Ucrania. Una decisión que va en contra de las decisiones del Tribunal de Núremberg.

Zelensky, apoyado por el régimen israelí y los políticos más fanáticos de una sociedad de por si extrema, exige a la OTAN y en especial a Washington que el maná de dinero y armas siga fluyendo a pesar de los crímenes de guerra y lesa humanidad que "Israel" comete contra el pueblo palestino. El mandatario ucraniano afirma que, tanto Ucrania como "Israel" llevan a cabo una política de autodefensa frente a Rusia y la resistencia palestina y, por tanto, se infiere que el apoyo occidental no debe cesar. Unidad de propósitos y beneficios recibidos generosamente entre un régimen neonazi y el régimen nacionalsionista israelí.

La ambición, el mantener el sostén financiero y militar occidental, seguir mamando de la teta imperial, aunque las contradicciones políticas e históricas sean patentes es muestra indesmentible que nos encontramos ante dos gobiernos donde el elemento ético fulgura y brillará por su ausencia. El pordiosero, el mendicante presidente de Ucrania no ha tenido pudor en poner la mano para recibir los miles y miles de millones de dólares para seguir prolongando una guerra que tiene perdida, pero al mismo tiempo incrementa la corrupción desatada en el país de Europa oriental y que ha generado severas críticas en la política europea y estadounidense.

Ante medios europeos que le preguntaron a Zelensky en Bruselas si le preocupa que la situación de agresión de "Israel" a Gaza diluya o desvíe la atención de Occidente de la defensa de Ucrania, el presidente ucraniano señaló que "Por supuesto que es una situación peligrosa, en primer lugar, para la gente en Ucrania que está en esta larga guerra. Todo el mundo está preocupado de que, si hay otras tragedias peores en el mundo (con todo respeto a esas personas) y un volumen fijo de ayuda militar, ¿qué es lo que los socios, especialmente Estados Unidos, ¿pero también la Unión Europea nos podrán enviar?” La mano menesterosa de Kiev está abierta en espera de las dádivas mortales de occidente y de pasada un empujón a "Israel", para que siga su política de exterminio del pueblo palestino. 70 mil millones de dólares es la cifra que sumerge la conciencia y el respeto a los derechos humanos en un barril de ácido. El nazismo y el sionismo unidos en la recepción de armas y dinero para seguir sus guerras. La retórica demencial de Zelensky no para, al sostener que “terroristas como Putin o Hamas buscan convertir en rehenes a naciones libres y democráticas. Y quieren poder sobre quienes buscan la libertad. Los terroristas no cambiarán. Simplemente deben perder. Y eso significa que debemos ganar" (7).

Desde el parlamento sionista y en especial del partido gobernante – el Likud - se han elevado voces en que piden que "Israel" amplíe con ayuda militar su apoyo a Ucrania. El jefe de la Comisión de Exteriores y Defensa de la Knesset y diputado del gobernante Likud, Yuli Edelstein, ha dicho que es necesario ir más allá de la ayuda humanitaria a Ucrania y poner a su servicio el resto de las áreas tecnológicas y estratégicas, incluidas las militares. Idea que no ha tenido como complemento ninguna referencia el carácter nazista del gobierno ucraniano y con ello la posibilidad cierta que el temido antisemitismo que tanto alerta "Israel" en su Hasbará y lavado de imagen ante el mundo, se coinvierta en una realidad allí, en las puertas de la Europa que sólo hace 78 años frenó al nacionalsocialismo.

Pero, tal recuerdo no perjudica los lazos, al estilo Haavara entre el régimen nazi y la federación sionista el año 1933 y que hoy se replica en la conjunción de intereses entre la Ucrania de Zelensky y el "Israel" de Netanyahu y su gabinete extremista. Una relación que se extiende desde el año 2019 cuando ambos políticos estrecharon lazos apelando a su condición de creyentes judíos, aunque bien sabemos que si de algo carecen es de fe y más bien utilizan su religión para fines políticos oportunistas (8)

Hoy los pasos de matizar el avance del nazismo y el sionismo han llevado a parte del mundo – en especial el Donbás, Palestina, Siria, Irak, fundamentalmente, a sufrir los horrores del exterminio masivo a manos de la nueva alianza entre el nazismo de Kiev y el nacionalsionismo israelí. Las acciones destructivas de occidente dirigidas a apoyar en forma irrestricta tanto al régimen ultraderechista ucraniano y al nacionalsionismo israelí están llevando, lo expliciten o no, al crecimiento y a la intensificación de conductas antisemitas, que arrastran también acciones de islamofobia.

Son las consecuencias de las políticas hegemónicas de un occidente, que tuvo responsabilidad en el desarrollo del nacionalsocialismo alemán y que hoy atiza el fuego destructor de un alianza neonazi y sionista que ha significado decenas de miles de muertos, heridos y destrucción sin que esto tenga visos de terminar.


Notas el autor:


1  https://www.telam.com.ar/notas/202203/585959-paramilitares-y-grupos-neonazis-ucranianos-como-inciden-en-la-guerra-y-en-la-paz-del-pais.

2 html https://elpais.com/internacional/2023-10-23/ucrania-quiere-ganarse-a-israel-como-aliado-contra-rusia.

3  html https://elpais.com/internacional/2023-10-23/ucrania-quiere-ganarse-a-israel-como-aliado-contra-rusia.

4  html https://www.cronica.com.mx/mundo/ministro-netanyahu-revela-secreto-voces-israel-armas-nucleares.

5  html https://es.euronews.com/2022/05/03/ucrania-crisis-israel-rusia

6  Afirma el embajador Sergei N.Koshkin en https://www.mid.ru/tv/?id=1872789&lang=es que la población de Ucrania está siendo adoctrinada con la ideología nazi. Prácticamente en todos los libros escolares los hechos históricos se presentan de manera tergiversada y son sujeto a revisión conforme a la propaganda oficial de rusofobia. No son una excepción hasta los abecedarios. Además, tras el golpe de Estado de 2014, los militantes del batallón neonazi «Azov» se dedicaban a reclutar a niños y educarlos en el espíritu de odio salvaje hacia los rusos. Las ideas nazis son muy comunes no solo entre los destacamentos voluntarios (cuyo núcleo principal forman los neonazis declarados), sino también entre los efectivos de las FF.AA. de Ucrania. Tienen tatuajes nazis, usan patches con símbolos y lemas nazis. Al tiempo de honrar a los colaboracionistas nazis y denigrar la memoria de los soldados del Ejército Soviético, la cúpula del régimen de Kiev promueve la demolición de los monumentos a los Soldados Libertadores soviéticos y a las víctimas de la Guerra, incluidos los relacionados con el Holocausto. El 9 de febrero de 2023 en Kiev desmantelaron el monumento al General soviético Nikolai Vatutin, quien comandó la liberación de Kiev de los nazis y fue asesinado en 1944 por UPA. Ese mismo 9 de febrero, pero de 1943, una unidad de UPA atacó el poblado Párosla donde asesinó a 173 polacos civiles, 43 niños entre ellos. Otro hecho muy importante – en 2016 en Kiev la Avenida Vatutin fue renombrada a la Avenida Shujévich en honor de Román Shujévich, comandante de UPA.

7  Por su parte, el secretario de Defensa norteamericano, Lloyd Austin, ha aprovechado su visita a Bruselas para mandar un mensaje tranquilizador: aunque Biden se dispone a enviar a Israel toda la ayuda militar que necesite para hacer frente a Hamás, no por ello va a desatender a Ucrania. "Que nadie se equivoque. Estados Unidos apoyará a Ucrania todo el tiempo que sea necesario" https://www.elespanol.com/mundo/europa/20231012/zelenski-pide-otan-no-descuide-ayuda-militar-ucrania-nueva-guerra-israel-hamas/801170222_0.html

8  https://agenciaajn.com/noticia/netanyahu-avanza-en-una-alianza-con-el-presidente-de-ucrania-124461

lunes, 22 de septiembre de 2025

LA REVOLUCIÓN DE COLORES DE NEPAL: LA FINANCIACIÓN ESTADOUNIDENSE BAJO ESCRUTINIO EN MEDIO DE LA AGITACIÓN POLÍTICA DEL PAÍS

Kit Klarenberg

Geopolitika.ru, 19/09/2025

En las últimas semanas, Nepal se ha visto envuelto en el caos. Se han incendiado edificios públicos y privados, y decenas de civiles han muerto en incidentes que muchos creen que llevan la huella de la participación occidental.

El 9 de septiembre, el primer ministro K. P. Sharma Oli dimitió. Los medios de comunicación occidentales han presentado de forma unánime la agitación como un fervor revolucionario espontáneo por parte de la «Generación Z» de Katmandú, motivado por la ira ante la corrupción oficial, el desempleo, los esfuerzos del Estado por censurar las redes sociales, y más.

Sin embargo, hay indicios inequívocos de que el caos insurreccional se ha estado gestando durante mucho tiempo y ha contado con la ayuda de fuerzas espectrales extranjeras.

Las llamadas protestas de la «Generación Z» comprenden un conjunto de grupos activistas juveniles locales y se denominan popularmente «sin líderes», aunque Hami Nepal ha surgido claramente al frente del movimiento.

El periódico nepalí en lengua inglesa Nepali Times ha informado de que esta oenegé hasta ahora desconocida «desempeñó un papel central en la orientación de las manifestaciones, utilizando sus plataformas de Instagram y Discord para difundir información sobre las protestas y compartir directrices».

El grupo se creó para ayudar a las víctimas de los terremotos, fenómenos habituales en el país, y proporcionar alimentos, asistencia médica y otras ayudas a las comunidades nepalíes desfavorecidas.

Posteriormente, Hami Nepal supervisó la elección de la primera ministra interina de Katmandú, Sushila Karki, el 12 de septiembre, mediante un procedimiento muy poco ortodoxo y sin precedentes: una votación en línea a través de Discord.

Según se informa, el grupo de chat de la oenegé cuenta con 145.000 miembros, aunque no está claro cuántas personas votaron finalmente por Karki. Los medios de comunicación occidentales y la periodista local Prayana Rana, ferviente partidaria de los disturbios y que considera que el golpe palaciego es totalmente legítimo y orgánico, han reconocido que elegir a un líder de esta manera es profundamente problemático:

«Es mucho más igualitario que un foro físico al que muchos podrían no tener acceso. Al ser virtual y anónimo, la gente también puede decir lo que quiera sin temor a represalias. Pero también hay retos, ya que cualquiera podría manipular fácilmente a los usuarios infiltrándose y utilizando múltiples cuentas para influir en las opiniones y los votos».

Aun así, Karki se ha comprometido firmemente a ocupar el cargo solo durante seis meses, hasta que se celebren las elecciones. Ella misma tiene una impresionante trayectoria revolucionaria, ya que participó en el Movimiento Popular de 1990 que derrocó con éxito la monarquía absoluta de Nepal, por lo que fue encarcelada.

En junio de 1973, su marido secuestró un avión y robó grandes sumas de dinero para financiar la resistencia armada contra el brutal régimen del país, lo que también le llevó a la cárcel. El compromiso de Karki de luchar seriamente contra la corrupción como presidenta del Tribunal Supremo de Nepal le valió un juicio político en junio de 2017, tras solo un año en el cargo.

Es totalmente incierto quién o qué sustituirá a Karki, y mediante qué mecanismo accederá al cargo. No obstante, el hecho de que Hami Nepal, una oenegé anteriormente desconocida y sin antecedentes de activismo político, haya desempeñado un papel tan desmesurado en el derrocamiento del Gobierno de un país de 30 millones de habitantes y en la instauración de su nuevo gobernante en cuestión de días, debería hacernos reflexionar.

Aunque las actividades de la organización parecen benévolas, su lista de «marcas que nos apoyan» contiene algunas entradas desconcertantes, por no decir directamente preocupantes.

Perfiles anónimos

No está claro qué tipo de «apoyo» ha recibido Hami Nepal de sus patrocinadores, ni cuándo se le ha proporcionado, pero abarca un amplio espectro. Por un lado, la lista incluye lujosos hoteles occidentales en Katmandú, marcas de ropa y calzado, el conglomerado local Shanker —el mayor inversor privado del país—, la aplicación de mensajería Viber y Coca Cola, conocida por su complicidad en innumerables violaciones de los derechos humanos en el Sur Global. Por otro lado, aparece el Gurkha Welfare Trust.

Los gurkhas han servido durante siglos como una fuerza de élite única dentro del ejército británico, a menudo encargada de misiones delicadas. El Trust, que proporciona ayuda financiera a los veteranos gurkhas, sus viudas y familias, está financiado por el Ministerio de Asuntos Exteriores y el Ministerio de Defensa británicos.

Por otra parte, también figura en la lista Students for a Free Tibet. Esta oenegé recibe financiación del National Endowment for Democracy, una organización que se declara fachada de la CIA. En una sorprendente coincidencia, el NED está profundamente preocupado por la misma cuestión que desencadenó las recientes protestas en Nepal.

En agosto de 2023, el Gobierno de Nepal aprobó una Política Nacional de Ciberseguridad, imitando el «Gran Cortafuegos» de China, que limita el tráfico de Internet extranjero hacia el país, al tiempo que permite la proliferación de plataformas de comercio electrónico, redes sociales y otros recursos en línea de origen nacional. La medida fue duramente condenada por Digital Rights Nepal, que está financiada por las Open Society Foundations de George Soros, un patrocinador habitual de los derrocamientos de gobiernos. Digital Rights Nepal afirmó que la política conduciría a una censura masiva y amenazaría la privacidad de los ciudadanos.

En febrero, NED publicó un informe en el que advertía que «países de todo el mundo», entre ellos Camboya, Nepal y Pakistán, consideraban la soberanía de Internet de China como un «modelo potencial» a imitar.

En lugar de reconocer la amenaza que tales ambiciones suponían para el menguante dominio web global de Washington, la Fundación afirmó que el verdadero riesgo era que el «prestigio» de Pekín se viera reforzado a nivel internacional, lo que contribuiría a «hacer del mundo un lugar seguro» para el Partido Comunista Chino. Ese mismo mes, los legisladores nepalíes comenzaron a votar un proyecto de ley que apoyaba la Política Nacional de Ciberseguridad.

La legislación exigía que las redes sociales y las aplicaciones de mensajería extranjeras se registraran formalmente en el Ministerio de Comunicación y Tecnología de la Información de Katmandú.

El objetivo era no solo hacer que estas plataformas fueran más responsables desde el punto de vista legal, sino también garantizar que el Gobierno pudiera recaudar impuestos sobre los ingresos que generaban a nivel local.

El Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) emitió un comunicado en el que imploraba a los parlamentarios que rechazaran el proyecto de ley, alegando que suponía una grave amenaza para la libertad de prensa, debido a la posible restricción de contenidos y la prohibición de «crear o utilizar perfiles anónimos».

El CPJ está financiado por Open Society Foundations, un conjunto de importantes medios de comunicación occidentales, gigantes empresariales y financieros estadounidenses, y Google y Meta, que se verían afectados negativamente por la legislación.

No obstante, la ley se aprobó, imponiendo como fecha límite para el registro el 3 de septiembre. Mientras que TikTok y Viber cumplieron, las plataformas estadounidenses —entre ellas Facebook, Instagram, LinkedIn, WhatsApp y YouTube— se negaron, lo que llevó a Katmandú a prohibir el uso de 26 sitios web de propiedad extranjera. Esta fue la chispa que finalmente derrocó al Gobierno de Nepal.

Entorno seguro

El 4 de septiembre, la Federación de Periodistas de Nepal (FNJ) publicó una declaración firmada por 22 organizaciones de la sociedad civil en la que expresaban su «firme oposición» al cierre masivo.

La FNJ está financiada por la NED y las Open Society Foundations. La mayoría de los cofirmantes reciben dinero de las mismas fuentes, así como de otras fundaciones occidentales, gobiernos y plataformas de redes sociales. Para Hami Nepal, la prohibición fue un «punto de inflexión», y programó una manifestación masiva para cuatro días después.

La oenegé preparó exhaustivamente a los participantes con antelación, llegando incluso a establecer una «línea de ayuda para apoyar la protesta».

Las protestas del 8 de septiembre se tornaron rápidamente violentas. Los líderes de la «Generación Z» se distanciaron de la destrucción, alegando que su acción pacífica había sido «secuestrada» por «oportunistas».

Sin embargo, el servidor Discord de Hami Nepal se había llenado de mensajes beligerantes en los días previos. Algunos usuarios abogaban abiertamente por matar a los políticos y a sus hijos. Otros publicaban solicitudes de armas, incluidas ametralladoras, y anunciaban abiertamente su intención de «quemarlo todo».

Así que fue el Parlamento de Nepal el que fue incendiado y la residencia oficial del primer ministro la que fue pasto de las llamas, lo que provocó que los ministros huyeran en helicópteros.

La noche siguiente, tras la dimisión de K. P. Sharma Oli, los jefes militares nepalíes se reunieron con los manifestantes para discutir la forma del futuro Gobierno del país.

Según informó The New York Times el 11 de septiembre, los principales agitadores de la «Generación Z» comunicaron a los oficiales del ejército que querían a Sushila Karki como líder interina, días antes de que esto se confirmara aparentemente mediante una votación competitiva en Discord. El poderoso y popular ejército de Katmandú se ha comprometido a «crear un entorno seguro hasta que se celebren las elecciones», lo que supone, en la práctica, dar el visto bueno al violento golpe de Estado.

Puede ser significativo que uno de los donantes de Hami Nepal no aparezca en su página web: el traficante de armas Deepak Bhatta. Tiene un amplio historial de adquisición de armas para el ejército y las fuerzas de seguridad de Nepal, y las acusaciones de corrupción han rodeado muchos de estos acuerdos.

Por ejemplo, en julio de 2022, fue acusado de adquirir armas pequeñas para la policía local a una empresa italiana a un precio cuatro veces superior al precio unitario real. La larga relación de Bhatta con el ejército bien podría haber facilitado su contacto amistoso con los líderes de la protesta.

La «Revolución Bulldozer» de Yugoslavia, orquestada por la CIA, la NED y la USAID en 2000, fue la primera «revolución de color» del mundo. Durante las décadas siguientes, Estados Unidos ha derrocado gobiernos en todo el mundo utilizando estrategias y tácticas idénticas a las que lograron desalojar a Slobodan Milosevic del poder.

En casi todos los casos, los grupos juveniles han sido soldados de a pie clave para el «cambio de régimen». En Belgrado, tras casi una década de sanciones destructivas letales, coronadas por una criminal campaña de bombardeos de la OTAN que duró 78 días, muchos residentes del país tenían quejas legítimas y deseaban ver caer a Milosevic.

Sin embargo, las consecuencias fueron una lección contundente sobre la importancia de tener cuidado con lo que se desea. La caída de Milosevic se conoce como la «Revolución Bulldozer» debido a las icónicas imágenes, durante los disturbios ampliamente difundidos, de una pala mecánica ayudando a los agitadores antigubernamentales a ocupar edificios estatales y protegiendo a los activistas de los disparos de la policía. Su conductor rápidamente se volvió contra la «Revolución».

La posterior privatización impuesta por Occidente diezmó la economía de Yugoslavia, provocando el fracaso de su próspero negocio independiente y su quiebra. Subsistió hasta el día de su muerte con las escasas prestaciones sociales del Estado.

Ahí está el quid de la cuestión. No hay duda de que muchos ciudadanos nepalíes estaban justificadamente desilusionados con su Gobierno y buscaban un cambio. Sin embargo, las revoluciones de colores explotan invariablemente el descontento popular para instaurar Gobiernos considerablemente peores que los anteriores.

En este contexto, el ejército, incluido el desacreditado empresario local Durga Prasai, que apoya la restauración de la monarquía de Katmandú, en conversaciones de transición con activistas de la «Generación Z», resulta profundamente sospechoso. El hecho de que la BBC lo haya falsamente promocionado como líder de los manifestantes es aún más ominoso.

Incluso los entusiastas partidarios locales de la «revolución» de Nepal reconocen que no es seguro que Sushila Karki pueda convocar elecciones en seis meses.

En cualquier caso, todos los partidos políticos establecidos estaban en el punto de mira de los manifestantes, lo que deja abierta la cuestión de quién se presentará a las futuras elecciones.

Actualmente existe un gran vacío político en Katmandú, y la historia nos muestra que la NED, las Open Society Foundations y las fundaciones occidentales vinculadas a los servicios de inteligencia están siempre dispuestas a aprovechar estas «ventanas de oportunidad». Estén atentos a este espacio.

Y lo que resulta especialmente revelador es un hecho, según informan algunos medios de comunicación indios, de que se estaba preparando desde hacía años un plan para provocar un «cambio de régimen» en Nepal, orquestado por Estados Unidos.

Las comunicaciones internas de USAID revisadas por The Sunday Guardian, junto con los resultados de los programas publicados por las organizaciones democráticas estadounidenses, muestran que, desde 2020, Estados Unidos ha comprometido más de 900 millones de dólares en ayuda a Nepal. Una parte significativa de esta financiación se ha destinado a programas administrados a través del consorcio CEPPS (Consortium for Elections and Political Process Strengthening), con sede en Washington, que comprende el Instituto Nacional Demócrata (NDI, National Democratic Institute), el Instituto Republicano Internacional (IRI, International Republican Institute) y la Fundación Internacional para los Sistemas Electorales (IFES, International Foundation for Electoral Systems).

Como se indica en el informe, 900 millones de dólares representan una de las mayores inversiones per cápita de Estados Unidos en democracia en la región, y el objetivo era contar con un Gobierno que sirviera a los intereses estadounidenses.

Traducción al español para Geopolitika.ru por el Dr. Enrique Refoyo

Fuente: https://www.presstv.ir/